Siento que estoy llegando a quererte tanto
que ello ha comenzando a cambiarme,
luego cada vez que contemplo tu espalda,
desvío raudo mi mirada, que calla.
¿Qué más haría sobre todo lo ya hecho?
¿Qué poder tendría alguien como yo?
Sobre mi corazón gritando desde mi pecho
y las distancias que existen entre los dos.
Yo solo querría contar con un abrazo
si duermo, si despierto, sin poder soñar,
te quiero tanto como para sorprenderme
y por ello lentamente me alejo, y me cierro.
Apenas he aprendido a comprender este vacío
cuando sin verlo pasas al lado mío,
pero aún incapaz de aceptarlo del todo
no encuentro el valor de saltar sobre él.
Creo que te has vuelto tan querida
que eso ha llegado a cambiarme,
por cada vez que alcanzo tu mirada,
por cada vez que huyes de la mía.