¿Puedo sentarme aquí?, ¿Puedes quedarte?,
el escenario es bello y las hojas no ralean,
¿Puedo apoyarme en ti?, ¿Puedes dejarme?,
y que mi frente duerma sus preocupaciones.
¿No te irás cierto?, ¿Puedes quedarte?
el mundo está hermoso ante la luz de tus ojos,
y quiero esperar hasta que el sol se esconda,
y el frío nos obligue a tomarnos las manos.
¡Ah!, ¡Es tan hermoso compartir esto contigo!
las hojas caen libremente, parecen felices,
si observas un instante, la vida emana bajo ellas,
y junto al pasto que amo tanto más ahora.
Los árboles cantan tan suaves, ¡Y también bailan!,
estoy feliz, de oír tu voz y la de ellos,
y ver como se arrojan tus pies a este tapiz,
que ellos protegen para que sea nuestro.
¡Y como no estarían los árboles felices!,
si te amo tanto como ellos a la tierra,
y sus buenos corazones entienden que te busque,
¡Y tanto!, filtran la luz para que te encuentre.
Veo tu mirada escondida entre las sombras,
buscando mis ojos como los míos a los tuyos,
y se encuentran, se miran, ¡Y huyen!
como la piel del fuego que es mucho abrigo.
Y los árboles se abren en generoso juego,
y la luz nos sorprende buscando nuestros rostros,
y se encuentran, se tocan, ¡Y se quedan!,
como la piel que haya a la que es su abrigo.
¡Ah!, ¿No te irás cierto, puedes quedarte?,
quisiera que esta noche fuese eterna,
tengo la certeza de que tu amor es mío,
y libertad del tiempo que todo corrompe.
¡Ah!, ¡No me iré jamás, quiero quedarme!,
y hacer que esta
noche sea eterna,
ten la certeza de que mi amor es tuyo,
y que la lógica del tiempo incluso rompe.