lunes, 14 de septiembre de 2015

...cansancio [II]...

Estoy harto de que actúes como si me entendieras, más bien, harto de que finjas querer entenderme, ¡Realmente no es eso lo que quieres!, quieres conocerme, ¡Ah!, pero no estamos hablando del interés de una persona en otra como tal, estamos hablando de tu deseo irrefrenable de atender mis debilidades para anclarlas a ti, de minar cada uno de mis puntos de falla para hacerme caer a tu antojo, estoy enfermo de que me mires de esa manera despectiva, como fingiendo saber realmente lo que pienso, cansado de tu silencio insoportable, y ese tono de voz distante que ocupas para referirte a mí últimamente, voy a echar abajo cada uno de los espejos de esta casa, no quiero volver a verte en ella nunca más.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

IV III


Todo lo que he querido, durante todos estos años, es tumbarme en alguna parte junto a ti, y conversar contigo hasta agotar mis fuerzas, para quedarnos dormidos uno al lado del otro, no se trata de la dulzura que emana tu voz, sino de cada una de las ideas que surgen de esa profunda mente que te hace indefinible.

Vinctus


"...a lo que más le temía era a perder la libertad, estar sumido en la rutina era también una forma de ser cautivo, veía barrotes en todos lados, y sentía una profunda soledad en cada paso, a veces tomar la mano de alguien y caminar es una forma de ser libre, pero no puede desearse tomar mano alguna cuando la apatía te ha consumido, era como mirar en sí mismo y no hallarse, y es mejor sentirse fuera de lugar que vivir fuera de sí..."

IV II


…porque mi  persona suele ser suave como una brisa, y la tuya como todos los pétalos del mundo, solo he sido hermoso arropado de ti, y sólo he sido feliz levantándote, cuando has querido, he encontrado la razón de estar.

IV I


De la nada y porque sí, así fue como yo sentí que la amaba sin poder huir, podría buscar justificación en cosas menores, como el brillo de sus ojos cuando algo le encanta, o su sonrisa que paraliza el tiempo y aun así se me hace insuficiente. La conozco desde hace tanto, y a la vez desde hace tan poco, que todo lo que sé de ella se me hace escaso, aunque a penas logro manejar todos los pensamientos a los que me conducen sus detalles.

Su inteligencia es suficiente como para mantenerme atrapado por horas, resulta que mi atención va más allá de lo que nadie había logrado captar desde que fuese muy niño, cuando me deslumbraba con mucho menos, y por la riqueza de su pensamiento, me siento más consciente que nunca a su lado.